Una forma de, no solo entretenerse en los días sin colegio, sino también de incentivar a la lectura de la forma más divertida.
En las tardes de cuentos, además, se enseñan importantes valores como por ejemplo la importancia del reciclaje con el cuento «No es una caja» con el que aprendieron a realizar juegos con cajas de cartón y dejaron volar su imaginación creando juguetes propios.