El Palacio de la Navidad se llenó de un ambiente único y festivo que contó con la participación y el entusiasmo de personas de todas las edades.
Los premios, donados por comercios locales y colaboración de particulares, fueron repartidos a todos aquellos que lograron cantar bingo. Aunque el verdadero premio fue ver a todo el pueblo unido en una tarde de navidad por una novedosa actividad que, sin duda, debe repetirse. ¡Gracias a todos!