Los Quintos
La noche anterior al día que medían a los mozos que debían cumplir su servicio militar era una noche de «jarana». Días antes salían por el pueblo pidiendo «algo para los pobres quintos» y, esa noche, con el dinero recaudado, comían, bebían y pasaban la noche haciendo toda clase de locuras y travesuras, como sacar todos los carros del pueblo, plantar pinos enormes en la plaza del pueblo…
La noche antes de que el quinto se marchara a su destino, se invitaba a familiares y amigos a su casa, donde se preparaba zurra con garbanzos o titos tostados, y pasaban toda la noche bailando y cantando.